Ahora que se acerca el verano a muchos nos encantaría tener un cuerpo bonito y exento de imperfecciones para poder lucir palmito sin complejos enfrente de todo el mundo, ¿no es así? No obstante, si te estás preguntando cuál es la mejor forma de conseguir este ambicioso objetivo, deberías echar un vistazo a los consejos que te traigo en este post.
En definitiva, quiero hablarte de una serie de nuevos hábitos o rutinas que deberías adquirir con el propósito de convertirte en una persona sana y bella que disfruta presumiendo de su apariencia. Aunque no existe una fórmula perfecta que te asegure un éxito rotundo en este empeño, cómo tener un cuerpo 10 en verano es una cuestión que no presenta tantos enigmas y que puede abordarse desde diferentes aspectos complementarios.
Consejos sobre cómo tener un cuerpo 10 en verano
Existen distintos pasos que deberías seguir para moldear tu silueta y lograr esa figura ideal que siempre quisiste. Sin embargo, como bien sabes no hay ningún cuerpo que sea 100% perfecto y aunque trabajes duro también debes aceptar que hay partes de tu cuerpo que nunca podrás cambiar, ya sea tu color de ojos o esos lunares que decoran tus hombros.
Por tanto, debemos partir de la actitud de que hay cosas que no se pueden cambiar y aceptarlas tal y como son; y plantearnos que otros aspectos sí que puedes modificar para acercarte un poco más al resultado final.
- Paso 1: Actitud
Relacionado con el punto anterior, la mentalidad de superación que adoptes en este momento va a ser clave pues te ayudará a mantenerte fuerte y darte cuenta de las zonas de tu cuerpo que pueden someterse a un cambio.
La constancia y la disciplina son vitales en este momento. Debes tener en mente que debes pasar por un proceso estricto para obtener lo que buscas, ya que no puedes esperar a tener las mismas costumbres de nutrición o ejercicio y conseguir un resultado distinto.
- Paso 2: Alimentación
Una alimentación equilibrada y baja en grasas es lo que necesitas para tener una piel más bonita y desechar esos kilos extra que sueles ganar en invierno. Así que lánzate al consumo de productos frescos como frutas, verduras, pescados y carnes saludables y deshazte de todos esos alimentos procesados y ricos en azúcares refinados.
Lo ideal es mantener una dieta alta en carbohidratos y proteínas pero baja en contenido glucémico. De esta manera, tendrás la energía necesaria para realizar las actividades diarias y el ejercicio físico, solo aportando a tu organismo alimentos de calidad. Además, una buena alimentación te ayuda a tener la piel sana. ¡Son todo ventajas!
- Paso 3: Deporte
Una vez hayas modificado tus malos hábitos alimenticios, es crucial que comiences a hacer ejercicio. Lo más recomendable sería combinar dieta y actividad física pero también puedes empezar poco a poco si no estás familiarizado con estas prácticas saludables.
Si no eres deportista, deberías comenzar haciendo ejercicio moderado al menos 3 veces a la semana. Seguidamente, sería recomendable que fueras subiendo la intensidad del mismo para poder tonificar y fortalecer tus músculos adecuadamente e ir moldeando tu cuerpo hasta obtener ese cuerpo 10 que andas buscando.
Una buena rutina de ejercicio consiste en realizar de 8 a 12 repeticiones de ejercicios de fuerza y tonificación para trabajar los diferentes grupos de músculos de tu cuerpo. Si realmente deseas alcanzar esta meta, piensa que puedes ejercitar tanto en casa –si compras el equipo necesario para entrenar- como en la calle o en el gimnasio, según el tiempo que tengas disponible en cada momento.
Eso sí, es importante que seas consciente de tus limitaciones y que no pongas tu salud en riesgo a expensas de lucir el tipo ideal. Para ello, conoce tu estado de salud actual realizando una revisión a tu médico para saber de qué estado partes y cómo podrías ir incluyendo la actividad física en tu vida sin que tus músculos o articulaciones se resientan demasiado.
- Paso 4: Prácticas deportivas complementarias
Además de realizar las repeticiones de ejercicio que han de incluir sentadillas, abdominales, flexiones y estiramientos de todo tipo deberías hacer algunas actividades de cardio que potencien tu resistencia ante la nueva rutina de deporte que estás realizando. Para ello, sal a correr durante al menos 20 minutos o media hora 3 o 4 días a la semana. Tu vigor y capacidad pulmonar mejorarán en gran medida para que puedas soportar las sesiones de entrenamiento sin tener que sufrir demasiado.
- Paso 5: Relájate y no te obsesiones
Eliminando el estrés de tu vida y la preocupación por encajar en unos determinados estereotipos físicos puede pasarte factura. De modo que intenta restarle hierro al asunto y no seas demasiado duro contigo mismo. Incluye hábitos sanos a tu vida de forma paulatina e incluye las rutinas de ejercicio de manera moderada hasta habituarte a tu nuevo estilo de vida. ¿Sabías que dedicarle un rato a tu bienestar puede ser muy beneficioso? Hay muchos beneficios en los masajes relajantes y están considerados una nueva forma de terapia.
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